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Es fascinante pensar en cómo la arquitectura y el estilo interactúan de maneras tan inesperadas. Ambos géneros tienen algo en común: son una combinación de arte y acción. Por ejemplo, en las pasarelas los escalones suelen ser auténticas obras arquitectónicas. Creo que los diseñadores están creando espacios que no se centran sólo en la ropa, sino que cuentan la historia completa. Un buen ejemplo son las pasarelas de Chanel de Karl Lagerfeld, donde transformaba lugares en bosques, mansiones o museos y hacía de los desfiles algo así como un espectáculo y una emoción.
Luego están las prendas de diseño inspiradas en la arquitectura. Use ropa que siga las líneas de la arquitectura de Zaha Hadid o diseños que parezcan sacados de los planos de Le Corbusier. Es sorprendente cómo los materiales que utilizamos en arquitectura, como el vidrio o el acero, también inspiran a los diseñadores a experimentar con formas y texturas.
Dos perspectivas diferentes discuten cómo habitamos el espacio: la arquitectura en la ciudad y la moda en nuestros cuerpos. Es como si una persona pudiera destruir una casa, y me gusta ese pensamiento. Me hizo pensar en cómo, como futuro diseñador, podría explorar la conexión entre el diseño y la identidad y crear algo que no sólo fuera bello, sino también significativo.
PASARELAS ARQUITECTÓNICAS
